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Equipo de cuidado centrado en la familia: Experiencia en una Unidad de cuidados intensivos neonatale


Hace 12 años, eran pocos los enfermeros y médicos valientes que en la unidad de cuidados intensivos (UCI) invitaban a ingresar a los familiares a acompañar a sus hijos. Por esos años, el compañero que lo hacía no era mirado con buenos ojos, ya que esa presencia dentro de la unidad no era parte del entorno hospitalario, la UCI era restringida… el familiar se encontraba detrás de la puerta con timbre y autorizaciones de jefe médico de por medio.

En 2020 seguimos hablando de la importancia de incluir a los padres en UCI. ¿A qué se debe? ¿Qué cambios se han producido en estos últimos años para que sea un tema recurrente en nuestras unidades?

En UCI, todos (médicos, licenciadas y auxiliares de enfermería, técnicos), dicen que el tema es “más viejo que andar a pie…”, y miran con recelo a los contemporáneos que hablan de humanizar las UCI [1]. Tema viejo pero nuevo a la vez, ya que continuamente aprendemos nuevas técnicas para incorporar a los padres en la unidad, siendo estas insuficientes. Se habla a la vez de que la formación del personal es escasa en la temática, de que la sociedad cambió y de que los padres ya no son los mismos que antes, pero cabe preguntarnos: ¿Qué hacemos nosotros como equipo de salud? ¿Qué hace la Academia por formar a los profesionales que egresan? ¿Qué hace la unidad para formar a su equipo; para cambiar lo que no está funcionando?…

Nos encontramos ante un cambio de paradigma que se viene dando en los últimos años, desde la medicina basada en el dogma, pasando por la experiencia, siguiendo por la estridencia, hasta llegar a nuestros tiempos donde la medicina y la enfermería están basadas en la evidencia y a eso debemos abocarnos, trabajar en base a los resultados y la comprobación científica, apoyando las actividades de investigación en los servicios desde la ciencia hasta lo holístico. La evidencia muestra que la problemática del ingreso al servicio se da por barreras personales, tal como sostienen en su estudio Corrêa A. y cols [2], que el equipo de enfermería no capta la filosofía del cuidado centrado en la familia (CCF), y ve a la familia como agente de control en lugar de socios del cuidado. Otra evidencia sostiene que se da por barreras del servicio e institucionales [3]: falta de coordinación con el equipo, falta de apoyo organizacional, rutinas preestablecidas, rígidas y poco flexibles, convirtiendo el cuidado en impersonal y fragmentado. Relaciones interpersonales en el equipo de salud, falta de compañerismo y cooperación, hogar de padres.


El ingreso de los padres en UCI sigue siendo escaso y poco participativo; el cuidado centrado en la familia es de suma importancia para los pacientes y su familia, fortalece la interacción familiar, ya que padre y madre participan de manera activa en la atención de las necesidades emocionales, sociales y del desarrollo del niño.


El rol de padre y madre como cuidadores principales durante la internación en las unidades neonatales y pediátricas, brinda beneficios para el paciente en cuanto al neurodesarrollo descrito desde la teoría “interactiva” (synactive theory) que desarrolló la Dra. Heidelise Als por los años 80’, que postula que los recién nacidos humanos forman activamente su propio desarrollo, y el mismo está dado en gran medida por su capacidad de atención-interacción. El Newborn Individualized Developmental Care and Assessment Program (Programa NIDCAP), desarrollado por la Dra. Heidelise Als y sus colegas, es un acercamiento comprensivo hacia el cuidado apoyado del desarrollo, que trata de manera individualizada las metas y el nivel de estabilidad del niño. También busca apoyar a las familias y profesionales que cuidan de ellos [4]. Fortalece en el niño su relación con el entorno y quienes lo cuidan. El manejo postural, manipulación, detección del dolor y minimiza los eventos adversos en las unidades, favoreciendo la seguridad del paciente.


Desde 2015 hasta la actualidad se viene gestando en la Unidad de Cuidados Intensivos, de la Dirección Nacional de Asuntos Sociales (DNASS) un sentir, de la necesidad de incluir en un 100% a la familia en la unidad. Para eso se formó un grupo de intervención integrado por licenciados y auxiliares de enfermería (llamado Equipo CCF) que se plantea una estrategia de "Talleres para padres" para fomentar una mayor participación por parte de los familiares.


Se trata con esta medida de empoderar a los padres con conocimientos para que se sientan seguros al realizar los cuidados, además de fomentar el apego con su hijo en caso de recién nacidos, y en caso de pacientes pediátricos, minimizar los efectos secundarios de la internación en UCI. Se plantea con los talleres además, brindar un espacio de escucha e intercambio en temáticas como: lactancia, estrés parental, cuidados en casa luego del alta y vigilancia de signos de alarma. En pacientes neonatales trabajando específicamente la prematuridad, y en pacientes pediátricos, se trabajan los riesgos de recidivas luego de enfermedades respiratorias. Se realizan actividades de reanimación cardiopulmonar (RCP) para padres, siendo este un debe en un 100% de formación de los padres al alta.


De las actividades implementadas en 2017 (talleres de alimentación enteral y parenteral, alimentación saludable, manejo del estrés de la familia, cuidados y prevención de enfermedades respiratorias, higiene y salud, posicionamiento y fisioterapia, RCP para padres), se realizó una encuesta de la percepción de los padres (N: 107) en los 9 meses que duraron los talleres (marzo a noviembre de 2017). Se realizaron preguntas post taller, las mismas se visualizan a continuación.



Estos datos motivaron a continuar en 2018 con las siguientes conclusiones: “El proyecto se enfocó a una nueva modalidad de trabajo con un protocolo de acción basado en fortalecer a la familia y visualizarla como cuidador principal, acompañar el proceso de salud-enfermedad durante la internación, aportando los conocimientos técnicos y científicos necesarios. Es un cambio de paradigma que llevará muchos años para que las piezas puedan tener un engranaje sin desajustes. Si bien se realizaron actividades educativas que fueron muy productivas, tanto a nivel humano como favorecedoras en la motivación en los padres, en el personal no fue suficiente para quienes nos embarcamos en el proyecto; a pesar de ello pensamos que fue un comienzo favorable para que se continúe y crezca en el tiempo”.


La falta de un lugar físico adecuado también influyó en el enfoque de las actividades educativas puntuales y, teniendo en cuenta que la gran parte de las actividades se realizaron en un solo turno (18:00h a 00:00h), donde la mayoría de los padres no se encontraban o la convocatoria era difícil en dicho horario. Faltó promoción de las actividades, no hubo adherencia esperada del personal tanto médico como de enfermería, pero se sigue trabajando y debemos entre todos plantear una estrategia donde se comprenda la importancia de la presencia de las familias en la unidad”.


En el primer trimestre de 2018 (marzo - mayo N: 69 padres) continuaron los talleres, trabajando temáticas ya vistas e incorporando temas nuevos. Cabe destacar que se dejó un buzón en sala de espera para que los padres sugirieran temas y la actividad más solicitada fue repetir taller de RCP. Se contó con la participación de licenciados, auxiliares de enfermería, nutricionistas, fisioterapeutas y psicóloga. Las conclusiones del primer trimestre fueron: “Los padres se sienten escuchados, al ser un espacio descontracturado externo a la unidad, aprovechan para realizar preguntas o plantear dudas que tengan. Es muy positivo para el equipo, ya que fomenta la discusión, el intercambio de ideas y la participación de los mismos. Se trasladarán las actividades en el próximo trimestre para el turno tarde (12:00h a 18:00h), para mayor difusión de las actividades y así rotar la experiencia a otro turno”.


A partir del segundo trimestre de julio-setiembre se comenzó a trabajar de forma más próxima y continua en el servicio con el equipo de psicología perinatal que se sumó al equipo de cuidado centrado en la familia para trabajar en casos puntuales y más cercano con los papás, realizando seguimiento de los mismos, además de contemplar al personal en el marco de cuidar al cuidador, brindaron talleres muy movilizadores y significativos para el personal asistencial. A esta lucha en el cambio de paradigma de humanización se suma en este 2020 el efecto de la pandemia de la que ninguna UCI está exenta; nos planteamos estrategias sobre cómo será la mejor forma de continuar con las actividades de acercamiento con las familias, pensando en el futuro próximo, organizando el presente y analizando paso a paso los cambios y la realidad; lo fundamental para nosotros es que la familia no se sienta sola, brindándole todo el apoyo a esos padres que se encuentran en un momento sustancial de sus vidas, así como al equipo de trabajo. Nos queda como siempre la educación incidental que se realiza con cada padre de forma individual y que es continuo; lo importante es continuar sumando la participación y plantear nuevas estrategias de comunicación para fomentar la union del equipo no solo en lo técnico sino también en los aspectos del cuidado humano y personalizado, considerando siempre que el cambio debe darse desde el equipo para generar cambios que perduren en el tiempo.


Trabajar la apertura del ingreso e integración de la familia, evitar tratarlos como visitas, es el camino; que ingresen libremente sin restricción de horario parece fácil, pero en la práctica diaria las barreras continúan existiendo. Que los padres realicen intervenciones con sus hijos en conjunto con el personal de enfermería sin ser retirados para realizar procedimientos, es un desafío. Lo cierto es que tenemos mucho para aprender de la experiencia y continuamos armando el camino de lo que serán las unidades de cuidados intensivos a futuro, tanto neonatales como pediátricas. Para trabajar en humanización de los cuidados es necesario e indispensable contar con una mirada holística, más que biomédica, y poseer valores como: respeto, dignidad, compromiso, comprensión, aceptación, paciencia, cercanía, sensibilidad, escucha activa, asertividad y comunicación. De esta temática se viene hablando desde hace más de diez años y de la necesidad de facilitar el camino de la humanización con voluntad, sensibilidad, y profesionalismo del equipo [5].


Existen muchos factores que afectan la participación en cuidados humanizados, desde la motivación del equipo, su escala de valores, las características personales de cada individuo, el entramado social en el que está inmerso, su formación, pero además se encuentra lo propios de cada paciente y la familias. La invitación es a reflexionar juntos en cada unidad, formar una red para humanizar las UCI, entre todos proponer nuevas formas de mejora y estrategias de formación del personal, uniendo la tecnología con la humanización y nutriendo las unidades con diferentes experiencias.



*Carla Machado. Licenciada en Enfermería. Hospital Policial Montevideo. Dirección nacional de Asuntos sociales-Ministerio del interior. República oriental del Uruguay. Especialista en cuidado intensivo en infancia y Adolescencia. Especialista en Neonatología Prof. Adj. Departamento Salud del NIño, niña y Adolescente -Fenf-UR. cmachado833@gmail.com

*Rossana Márquez. Licenciada en Enfermería. Hospital Policial Montevideo. Dirección nacional de Asuntos sociales-Ministerio del interior. República oriental del Uruguay. rossimarquez69@hotmail.com

*Nibya Moreira. Licenciada jefa en Enfermería. Hospital Policial Montevideo. Dirección nacional de Asuntos sociales-Ministerio del interior. República oriental del Uruguay. Especialista en cuidado intensivo pediátrico. nibyamore@gmail.com

*Ana Rondan. Licenciada Supervisora en Enfermería. Hospital Policial Montevideo. Dirección nacional de Asuntos sociales-Ministerio del interior. República oriental del Uruguay. Especialista en cuidado intensivo pediátrico. anarondan1@hotmail.com

*Dra. Araní Ferré. Jefa Medica CTI Hospital Policial Dirección nacional de Asuntos sociales-Ministerio del interior.República oriental del Uruguay. aferre@sanidadpolicial.gub.uy ctipediatrico@sanidadpolicial.gub.uy

*Dra. Magalli España. Supervisora Medica Cti Hospital Policial Dirección nacional de Asuntos sociales-Ministerio del interior.República oriental del Uruguay miespanar@hotmail.com ctipediatrico@sanidadpolicial.gub.uy

Referencias bibliográficas

  1. Calle GH, Martin MC, Nin N. Buscando humanizar los cuidados intensivos. Rev Bras Ter Intensiva. 2017;29(1):9‐13. doi:10.5935/0103-507X.20170003. Disponible en : http://www.scielo.br/pdf/rbti/v29n1/0103-507X-rbti-29-01-0009.pdf [Consultado 24/mayo/2020]

  2. Corrêa AR, Andrade AC, Manzo BF, Couto DL, Duarte ED. As prácticas do Cuidado Centrado na Família na perspectiva do enfermeiro da Unidade Neonatal. Prácticas del Cuidado Centrado en la Familia desde la perspectiva del enfermero de una Unidad Neonatal. Esc Anna Nery. 2015; 19(4), 629-634. https://doi.org/10.5935/1414-8145.20150084. Disponible en: https://www.scielo.br/pdf/ean/v19n4/en_1414-8145-ean-19-04-0629.pdf [Consultado 24/mayo/2020]

  3. Mocholi A, Tesis de grado: ¿Influye la atención centrada en el paciente adulto en unidad de cuidados intensivos (UCI) en la calidad de su atención?. 2016-2017. Disponible en: http://dspace.uib.es/xmlui/bitstream/handle/11201/4229/Mocholi_Ortega_Agueda.pdf?sequence=1 [Consultado 24/mayo/2020]

  4. Egan F, Quiroga A, Chattás G. Cuidado para el neurodesarrollo. Revista de enfermería. 2018. Fundasamin. Disponible en: http://fundasamin.org.ar/newsite/wp-content/uploads/2012/12/Cuidado-para-el-neurodesarrollo.pdf [Consultado 24/mayo/2020]

  5. Quero M, Delgado 2. Humanización en los cuidados y la relación de ayuda. Enfermería Docente 2013; 99: 32-34. Disponible en: http://www.juntadeandalucia.es/servicioandaluzdesalud/huvvsites/default/files/revistas/ED-99-07.pdf [Consultado 24/mayo/2020]

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